Estrategias de PNL

Posiblemente hayas oído hablar en alguna ocasión sobre la PNL o Programación Neurolingüística como una práctica de desarrollo o excelencia personal, y así es. 

Una definición más exacta sería, un conjunto de técnicas destinadas a analizar, codificar y modificar creencias y conductas por medio del estudio del lenguaje, tanto verbal como gestual y corporal. 

Se llama “programación” porque se trata de un plan de acción o conjunto de operaciones que buscan un objetivo concreto, “neuro” porque estudia los procesos que ocurren en el mismo sistema nervioso, y “lingüística” ya que para ello usamos el lenguaje (verbal y no verbal).
La Programación Neurolingüística asegura que memoria e imaginación utilizan los mismos circuitos neurológicos y tienen, de esta forma, el mismo impacto en el ser humano.

Al corregir nuestras representaciones cognitivas y quitar poder a esos mapas mentales rígidos que a veces nos caracterizan, vamos dando forma poco a poco a patrones de comportamiento mucho más adaptativos. La claves de la PNL son un modo interesante y útil de cambiar nuestra realidad, de modelar nuestra mente, nuestra forma de sentir lo que nos envuelve para percibir la vida de un modo más libre y positivo.
A continuación les regalo 3 estrategias para que puedan comenzar a mirarse y accionar.

1. Técnica de la disociación

La PNL o la programación neurolingüística nos explica que nuestra falta de confianza, así como el estrés son actividades, son procesos, no condiciones permanentes. La clave está por tanto en trabajar esos procesos, cambiarlos para que de este modo fluyan en una dirección más adecuada y por supuesto, a nuestro favor.
Un modo de lograrlo es mediante la disociación. Los pasos serían los siguientes:

• Identifica esa emoción que quieres detener, que deseas calmar y disolverla de tu mente, como es el caso de la ira, la rabia, el miedo, la decepción…
• Céntrate en esa emoción en concreto y en una situación que te la provoque de forma habitual. Por ejemplo: siento rabia cada vez que mi compañero de trabajo habla a mis espaldas.
• Visualiza esa escena como si fuera una película y lo que harás con ella es lo siguiente: Va a ponerle una banda sonora divertida para quitar dramatismo. Después, la vas a reproducir más veces en tu mente para reducir las emociones negativas, para percibir que todo está en calma y que esa situación, lejos de afectarte, carece ya de importancia; incluso puede llegar a resultarte irónica. La rabia habrá desaparecido y/o habrás gestionado esa emoción limitante por una emoción de posibilidad.

2. Re-encuadre de contenido

Otra de las claves de la PNL puede ser evidente para cualquiera de nosotros, pero no es menos cierto que la tendemos a olvidar o a no saber conjugarla de la manera adecuada. Si nos obsesionamos en anticipar situaciones desde el pesimismo, en afrontar nuestro día a día con miedo y pensando de manera negativa, es muy posible que al final nosotros mismos generemos nuestros propios infortunios o adversidades.

Por ejemplo, hay quien no deja de pensar en qué sería de él o ella si su pareja lo dejase. Es tal su falta de presencia en su aquí y ahora que acaban desarrollando conductas nocivas para la relación, basadas en propios juicios y suposiciones por lo tanto, todo este abanico de procesos dañinos acaban cristalizándose en su peor temor: la pareja acaba dejándolos.
Así, un modo de gestionar ese miedo es haciendo uso del re-encuadre de contenido. 

Se basa en una técnica cognitiva donde desplazar la atención centrada, por ejemplo, en el miedo, para encuadrarla en otros aspectos más constructivos; dejar de centrarme en el miedo a perder a mi pareja para focalizarme en construir a su lado buenos momentos.
Desplazo mi miedo a estar solo para centrarlo en un proceso esencial: responsabilizarme de mí mismo. Trabajo en aprender a quererme lo suficiente, aprender a ser fuerte en lugar de dejarme atrapar por el miedo.

3. Técnica del anclaje

La técnica del anclaje es sin duda una de las claves de la PNL más representativas de esta estrategia psicoterapéutica de crecimiento personal. Se basa en algo muy concreto: un anclaje es una conexión entre un estímulo y un estado emocional. Nuestro propósito en este caso es lograr un estado anímico adecuado además de poderoso con el que realizar con éxito una tarea en concreto o afrontar una situación determinada.

Por ejemplo, pensemos en esas situaciones que se caracterizan por generarnos inseguridad: los exámenes, hablar en público, acercarnos a esa persona que tanto nos atrae… Si somos capaces de evocar, de poner en funcionamiento un estado mental muy concreto, hallaremos el impulso y la seguridad suficiente para salir airosos (y con éxito) de estos momentos tan comunes. 

Estos serían unos pasos simples para lograr un anclaje basado en las claves de la PNL:

• Identifica primero lo que deseas sentir: confianza, felicidad, tranquilidad…
• Ahora busca recordar un momento de tu vida en el que hayas sentido esas emociones positivas con gran intensidad.
• Céntrate en ese recuerdo y “recorta” dicha imagen, hazla tuya, tenla presente de forma vívida.
• Ahora a elije una frase que te sirva de anclaje, “yo estoy en paz” o “serenidad”, o “todo va a ir bien”….algo que realmente haga sentido en ti.
• La estrategia está en repetir esta secuencia (emoción deseada, recuerdo, visualización, palabra de anclaje) de forma diaria hasta que quede integrada

Te invito a poner en práctica estas estrategias en tu vida y ser más consciente de este recurso, que hoy comparto y pongo a tu alcance, para tu desarrollo personal.

Con cariño.

Pao.