Dedicar tiempo a estar bien contigo mismo también es salud.




 Y tú, ¿te cuidas? ¿Crees que te das lo que necesitas? Dedicarte tiempo, regalarte instantes de calidad, calma y bienestar también revierte en la salud física y, sobre todo, psicológica. Sin embargo, esta es una dimensión que descuidamos muy a menudo.

Cuidamos de nuestra piel, de nuestro cabello, de los pies y hasta de las barba. Pero ¿qué hay de mi equilibrio interno, de mis emociones, de ese estrés que no me deja tregua, de los pensamientos que llenan mis noches de insomnio?

Si alguien nos preguntara ahora mismo si nos cuidamos, lo más probable es que respondiéramos con un rotundo sí. Al mismo tiempo, mostraríamos una expresión de asombro porque, al fin y al cabo, ¿qué tipo de pregunta es esa? ¿Quién no se cuida un poco hoy en día? Bien, la cosa se complicaría un poco más si tras esa primera cuestión lanzáramos una más "¿ Y cómo te cuidas?".

Comida saludable, algo de deporte, dos litros de agua al día, dormir ocho horas diarias… Nuestro estándar de autocuidado pasa siempre por esas pautas casi universales. Sin embargo, son pocos los que tienen en mente dedicar algún tipo de tarea que revierta en la salud mental, en el equilibrio emocional, en esa calma interna en la cual sentirnos bien con nosotros mismos. De algún modo, siempre llega un momento en que tomamos conciencia de que, tal vez, nuestro concepto de atención y cuidado no era tan integral como pensábamos.

Dedicar tiempo a estar bien contigo mismo debe formar parte de ese ritual cotidiano de bienestar que no debemos pasar por alto. Conocernos y conocer qué aspectos son los que tenemos que atender cada uno de nosotros es el inicio para trabajar en nuestro bienestar, situando nuestra atención en el momento presente.

El ayer no puede determinar lo que somos ahora, ni veta las oportunidades de futuro. Dedicar tiempo a estar bien con uno mismo pasa a menudo por tener esas conversaciones en las cuales perdonarnos, cerrar etapas y alimentar el sentido de esperanza hacia todo aquello que nos falta por vivir. A este ejercicio, sumar oportunidades de realizar actividades que nos abstraigan de lo mental y nos conecten con lo creativo.

Tengámoslo en cuenta, nuestro bienestar es un eslabón necesario en esta cadena de sentires.

Con cariño.

Pao.




Comentarios

Entradas populares